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Tomás Cirujeda, vicepresidente de la Federación Aragonesa de Librerías: “Hay que dar un paso más y potenciar la librería física desde todos los ámbitos”

Tomás Cirujeda, vicepresidente de la Federación Aragonesa de Librerías: “Hay que dar un paso más y potenciar la librería física desde todos los ámbitos”

Usted lleva ya muchos años defendiendo los derechos de los libreros aquí en Teruel.

- Sí, llevo ya unos cuatro años como presidente de la Asociación de Librerías de Teruel y provincia y ahora desde las diferentes asociaciones de Aragón, de Huesca, Zaragoza y Teruel, teníamos la necesidad de unirnos y formar la actual Federación Aragonesa de Gremios y Asociaciones de Librerías, cuyo cometido principal es estar representados en una única voz a nivel regional e incluso nacional.

- ¿Cuáles son los objetivos de esta federación?

- El cometido de la federación es defender los derechos de todos los libreros y tener más representatividad. ¿De qué forma? Pues teniendo presencia en foros a nivel nacional donde busquemos y defendamos los intereses de las librerías. También contemplamos una futura ley del libro y ya estamos trabajando en varios pactos con el Gobierno de Aragón. Otro de nuestros objetivos es potenciar de alguna forma el apoyo a la divulgación y el desarrollo de la lectura. Las librerías pretendemos ser ese eslabón que necesita la cultura para llegar a la sociedad.

- La federación se constituye a nivel autonómico, pero ¿la idea es que alcance repercusión nacional?

- Eso es, la idea es ir en representación de Aragón a diferentes foros a nivel nacional, que es donde se puede hacer fuerza en el sector. Obviamente, también llevamos a cabo negociaciones con organismos de la propia Comunidad Autónoma. Y algo importante es que cada asociación que forma parte de la federación tiene su independencia de cara a actuar dentro de su provincia. Es decir, no se pierde la identidad, sino que simplemente nos convertimos en una federación porque tenemos intereses comunes. 

- La federación se constituye como tal en noviembre de 2018. ¿Cuáles son los asuntos que se trataron en esta primera reunión de asociados?

- La primera reunión realmente se hizo hace cosa de año y medio, cuando se empezó a gestar todo esto. Pero, efectivamente, en noviembre se da de alta la federación y así se comunica a la sociedad. En cuanto a los cometidos que se establecen desde entonces, ahora mismo estamos en negociaciones con el Gobierno de Aragón para ver qué modelo de banco de libros es el que se establecerá el próximo curso. Las librerías queremos participar en estos bancos vendiendo los manuales, igual que hacemos para los programas de becas que oferta el Gobierno de Aragón, en las que nosotros ponemos los libros. Y luego, lo que también pedimos es que en caso de que las Ampas no se quieran involucrar y tomar parte en esta iniciativa de los bancos de libros, seamos nosotros los que hagamos de gestores. Por último, también estamos moviendo el tema del fomento de la lectura con el Gobierno de Aragón para que se canalice a través de las librerías. 

- A propósito de esto, algunas librerías tradicionales que llevan años en el negocio se ven obligadas a cerrar, como es el caso de Los portadores de sueños, en Zaragoza. ¿Cómo ve usted el futuro de las tiendas de libros?

- Efectivamente, es un problema. Yo desde la asociación siempre he intentado apoyar directamente a las librerías y estamos luchando para que desde la administración se nos preste ayuda, pues, por ejemplo, como te decía, que se canalicen las compras a las librerías dentro de cada ciudad y de cada pueblo. Es cierto que estamos en un punto de crisis por diferentes motivos, entre ellos porque el libro en sí está en crisis, lo que repercute directamente a las tiendas. Por eso para mí lo imprescindible es el fomento de la lectura. Además, es cierto que tenemos mucha competencia, desde venta on-line a medios digitales que nos hacen bastante daño. 

- ¿Cómo influye internet en el negocio?

- Pues lo que consigue es que muchos jovenes dejen de venir a las librerías a ver los productos que se ofrecen, porque con internet, los medios de comunicación y las redes sociales, lo que ocurre  es que se pierde la lectura constructiva y el poder de elección. Con esto me refiero a que muchas veces los libros que vienen buscando los clientes son textos que publicitan en la web y que tienen una gran campaña de marketing detrás, pero eso no quiere decir que sean buenos libros. La gente ya no se deja orientar por el librero a la hora de comprar.

- Antes decía que el libro está en crisis. ¿Se refiere a que la cultura y el ocio de hoy dejan de lado a la lectura?

- Eso es, el problema viene por ahí. Además de que se vende menos porque hay una competencia más feroz que antes, ya no queda gusto por la lectura. Por eso queremos hacer un llamamiento a instituciones, a centros educativos, a profesorado para apoyarla. Ya se está trabajando en esta línea, pero todavía no se hace lo suficiente. Hay que dar un paso más y potenciar la librería física desde todos los ámbitos.

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